En nuestra institución educativa la convivencia escolar y el clima institucional ocupan un papel fundamental y se extienden de manera transversal a todos los niveles. Creemos firmemente en la importancia de establecer una comunicación asertiva y fluida entre todos los miembros involucrados, al igual que promover la resolución pacífica de conflictos.
Entendemos que para lograr un aprendizaje significativo y perdurable en nuestros estudiantes, así como para fomentar una sólida y positiva imagen de sí mismos, es esencial que adquieran habilidades para gestionar sus emociones y desarrollar un auténtico respeto por los demás. Por ende, la educación emocional y social se posiciona en el núcleo mismo de nuestro enfoque educativo.
En consecuencia, hemos creado el Programa de Gestión Pacífica de Conflictos y el Programa de Educación Emocional y Social, los cuales abarcan a toda nuestra comunidad. Como afirma acertadamente Daniel Goleman: «La educación emocional y social no solo enriquece la vida de los estudiantes, sino que también prepara el camino para un mundo más compasivo y equitativo».
Programa Gestión Pacífica de Conflictos
Educar con el propósito de forjar una sociedad más solidaria y tolerante, justa y respetuosa de la diversidad, así como inculcar valores democráticos que configuren un estilo de vida, promover un enfoque para resolver los conflictos inherentes a la convivencia humana y fomentar la colaboración en pos del bienestar común, se ha convertido en una imperante necesidad social.
Este cometido demanda la adquisición y desarrollo de habilidades sociales conocidas como «habilidades para la vida», según la definición de la Organización Mundial para la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.
Dentro del entorno escolar, se erige como un escenario de singular relevancia para la gestación de actitudes pacificadoras. Esto se sustenta en razones múltiples: porque los cimientos educativos políticos así lo amparan en su marco jurídico, porque es en la interacción institucional y desde edades tempranas donde estas competencias y disposiciones pueden gestarse gradualmente y solidificarse como conductas innatas y perpetuas.
En el actual panorama educativo, se presentan situaciones que son reflejo de una sociedad que recurre a la violencia como método para dirimir diferencias, permeando el ámbito escolar a través de acoso, bullying, discriminación, problemas de inclusión y comentarios perjudiciales en las redes sociales.
En todas las investigaciones y labores, converge la noción de que la aparición y aumento de la violencia no solo se relacionan con factores externos a la escuela dentro del contexto social global, sino también con las distintas formas en que la institución enfrenta los conflictos y con el grado de implicación de los diversos agentes, tanto en los procesos educativos como en la creación de plataformas específicas que fomenten soluciones colaborativas.
Este enfoque pone de manifiesto diversas estrategias que apuntan a prevenir la violencia y mejorar la convivencia escolar, en lugar de restringirse a su control mediante enfoques represivos. Se trata de intervenir activamente desde la escuela para evitar que los conflictos mal gestionados evolucionen hacia formas violentas de resolución, fomentando simultáneamente la mejora del aprendizaje de los estudiantes y el objetivo primordial de educar en democracia, paz y derechos humanos.
Particularmente para el Colegio San Pedro la educación en convivencia pacífica representa un compromiso y responsabilidad claramente plasmados en la Propuesta Institucional y los Acuerdos Escolares de Convivencia en todos los niveles.
El presente proyecto se orienta hacia la formación, capacitación e implementación de núcleos pacificadores compuestos por alumnos, docentes y padres del colegio. El objetivo es instruir a los miembros de estos núcleos en el desarrollo de habilidades y técnicas propias de la mediación y la negociación, como métodos pacíficos de resolución de conflictos, al tiempo que fomentan la promoción de actitudes de convivencia positiva.
Esto tiene como finalidad difundir estas prácticas en la Comunidad Educativa y establecer conexiones con otras instituciones socioeducativas para reforzar y trascender el ámbito escolar.
Programa Educación Emocional y Social
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El programa tiene como público principal a nuestros estudiantes, ya que consideramos la Educación Emocional y Social como un pilar fundamental en su formación integral, lo que sustenta el aprendizaje efectivo, el comportamiento positivo, la asistencia regular y el bienestar emocional y físico.
Para lograr este objetivo, es esencial la capacitación de todos los adultos que forman parte de nuestra comunidad: directivos, docentes de distintos niveles educativos, personal no docente, familiares, entre otros. Esto les permitirá primero mejorar su propio bienestar emocional y luego trabajar para desarrollar el potencial completo de nuestros estudiantes.
Los objetivos generales del programa son:
- Actualizar las competencias psico-socio-emocionales y de comunicación de los profesionales que interactúan con los estudiantes, contribuyendo a una gestión efectiva y empática en las aulas, y habilitándolos para enseñar estas habilidades a sus alumnos.
- Mejorar el bienestar personal y la calidad de vida de los participantes.
- Fomentar una cultura institucional de bienestar en general, incluyendo al personal no docente y a las familias.
Los objetivos específicos del programa son:
- Desarrollar habilidades de educación emocional y social necesarias para gestionar el aula y crear un ambiente óptimo que favorezca el aprendizaje significativo.
- Alcanzar un nivel óptimo de autoconocimiento y regulación emocional, así como la gestión de pensamientos y comportamientos.
- Cultivar relaciones interpersonales saludables a través de la empatía, la comunicación positiva y la resolución de conflictos.
- Mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Este programa se enfoca en dos dimensiones principales: la Intrapersonal, relacionada con competencias personales; y la Interpersonal, enfocada en competencias sociales. Cada dimensión consta entre cinco a ocho competencias, las cuales se desarrollarán a lo largo del programa.
Dimensión Intrapersonal:
- Autoconciencia (imagen personal, prejuicios)
- Conciencia emocional
- Regulación emocional
- Satisfacción de necesidades humanas
- Propósito y sentido de vida
- Fluidez personal
- Resiliencia (mentalidad de crecimiento, manejo del éxito y fracaso)
- Mindfulness
Dimensión Interpersonal:
- Conciencia social
- Habilidades sociales (empatía, comunicación positiva)
- Fortalecimiento de vínculos (establecimiento y mantenimiento de relaciones sólidas)
- Vínculo entre lo personal y lo laboral (innovación estratégica)
- Gestión de conflictos